Autoras: Rosana Oroño
Teresa Vercesi
El sistema educativo está experimentando un
cambio de paradigma en el cual se
intenta lograr que el aprendizaje sea significativo a través de la
incorporación de las nuevas tecnologías. Una tarea no muy sencilla en la era
digital.
Las nuevas tecnologías se han convertido en un
problema educativo, un desafío, una oportunidad, un riesgo, una necesidad.
Estos riesgos y promesas no impiden el convencimiento de que las nuevas
tecnologías son indispensables para la práctica de la enseñanza. En este nuevo
desafío educativo, la hipertextualidad ha logrado ubicarse en un lugar central. Está
ligada con las teorías constructivistas del aprendizaje que crean un contexto favorable al aprendizaje con un
clima de cooperación. Cabe preguntarnos si la hipertextualidad podrá ser aplicada
de manera eficiente en el contexto educativo actual teniendo en cuenta sus
ventajas y desventajas.
En un hipertexto puede incluirse casi todo lo que
se considere interesante, pertinente o
importante y ponerlo al alcance del lector hasta el infinito. Por ello, nos
preocupa si nuestros alumnos como lectores serán capaces de convertir sus
propios intereses en el principio organizador o eje de la investigación sin
fragmentar o descontextualizar cada nodo. Comencemos definiendo
hipertextualidad y señalando las oportunidades que ofrece en educación. El
hipertexto “es un modo de hacer asociaciones laterales además de lineales, de
conectar ideas y texto mediante enlaces y yuxtaposiciones, Y no necesariamente
obedeciendo a una secuencia lógica. (Snyder, 1996)
El hipertexto exige cambios en las formas de
conocimiento y pone en tela de juicio entre acceder al conocimiento y
generarlo. Consideremos entonces la postura del lector ante la
hipertextualidad: modifica el texto activamente, lo personaliza y lo convierte
en su propio hipertexto. Se enfrenta con infinita información interesante,
pertinente o importante pero corre el
riesgo de fragmentar o descontextualizar cada nodo o texto original e incluso
de desorientarse en la búsqueda de la información que realmente necesitan.
[1] [2] Como una de las promesas mencionadas al comienzo,
la hiperlectura tiende a incentivar una concepción más genérica de la lectura
como tarea activa y constructivista. Nunca existe una manera única de leer. El lector se convierte en un
coautor. En el hipertexto, el material textual y las ideas se entrelazan de
maneras múltiples a través de la creación de vínculos entre los contenidos.
Las reflexiones acerca de las nuevas tecnologías
de la información y la comunicación deben realizarse con una profunda modestia
y precaución. Existen dos extremos claramente definidos: deslumbrarnos ante las
ventajas de lo nuevo hasta considerarlo como una panacea universal o
mantenernos en la rutina de lo conocido y repudiar estas nuevas herramientas.
Ninguno de estos dos polos opuestos favorecen. Fomentar el buen uso de
Internet, reconocer los reales beneficios que podemos lograr, apropiarnos como
docentes de los nuevos medios y dominarlos sacando de ellos todo el provecho
posible en función del desarrollo personal y grupal de los alumnos es el
desafío al que debemos enfrentarnos y superar.
Bibliografía
●
Burbules,
Nicholas y Callister, Thomas (h) (2001) Riesgos
y promesas de las nuevas tecnologías de la información. Gramica Editorial.
España.
●
Clerici, C.
(2013). Lectura y escritura de textos académicos y científicos. Manuscrito no
publicado. Recuperado de http://www.academia.edu/3218131/Lectura_y_escritura_de_textos_academicos_y_cientificos
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Fainholc,
Beatriz. (2004) La lectura crítica en
Internet. Evaluación y aplicación de sus recursos. Buenos Aires.
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