Habiendo trabajado sobre
temas inherentes a la Sociedad de la Información, la alfabetización digital,
las nuevas formas de aprender que tienen los alumnos, y por ende la necesidad
de nuevas formas de enseñar, se solicitó a los docentes que elaboren un
documento que manifieste esta realidad que nos toca vivir en tiempos digitales,
y realicen un compromiso en la adecuación de conductas profesionales que
colaboren en la misión de formar alumnos que son nativos digitales.
A continuación les mostramos el resultado de esta actividad, que se llevó a cabo en el marco de un trabajo colaborativo, asincrónico, utilizando para ello la aplicación de Google Drive para textos.
Blog colectivo del Postítulo de Actualización Académica en Educación y Nuevas Tecnologías (Resolución 3342/13 CGE) dictado por el Instituto de Profesorado Sedes Sapientiae, Gualeguaychú, Entre Ríos, ARGENTINA
jueves, 29 de mayo de 2014
domingo, 25 de mayo de 2014
Cómo evaluar en el marco de la gestión institucional
Elegí este texto de Rossi y Grinberg porque me interesa el proceso de evaluación que debemos tener en cuenta en nuestro desempeño como docentes a diario dentro del aula.
Las autoras hablan de las diferentes instancias de evaluación en las instituciones escolares. Consideran la misma como un procesos y práctica que ocurre cotidianamente en las en las escuelas y que involucran a todos sus miembros. La práctica educativa ha estado restringida al ámbito del aula, al comportamiento de los alumnos, especialmente relacionada con “acreditación” de sus aprendizajes. Esto ha llevado a que se identifique con cuestiones tales como: el señalamiento del error, la sanción y, en algunos casos, quedó equiparada a situaciones que generan temor, miedo y muchas veces rechazo.
En el desarrollo de la gestión, y en los procesos de planificación y desarrollo de proyectos, la evaluación como proceso de indagación y análisis de la práctica es indispensable. La evaluación forma parte integral del Proyecto, ya sea en su momento inicial o diagnóstico, como en su desarrollo y su finalización. De esta manera se considera la evaluación como un proceso continuo que implica a la institución en su conjunto y que desarrolla a lo largo de la vida institucional.
Ellas consideran que la evaluación institucional permite comprende y conoce una realidad para tomar decisiones tendientes a instrumentar estrategias de acción para el mejoramiento de la calidad educativa. La evaluación, a diferencia de otros procesos de recolección y análisis de información, incluye dos aspectos que es necesario tener en cuenta la valoración y tomas de decisiones, son dos prácticas inherentes a la evaluación. Estos procesos no siempre ocurren de manera explícita y no siempre la toma de decisiones implica generar prácticas para revertir las situaciones no deseadas.
En el marco de la gestión institucional, se transforma en una práctica intrínseca al desarrollo e implementación del PEI. Si el PEI expresa los principios y objetivos institucionales, la valoración de sus prácticas se realizará en función de ellos. Luego, las decisiones deberían tender a elaborar e instrumentar estrategias que permitan acercarse a los objetivos institucionales.
Las autoras citan a Cook y Reichardt (1995), quienes sostienen que la elección de un método de evaluación depende, de la situación que se desee abordar, de este modo más que optar entre métodos, habría que considerar qué se desea evaluar, qué tipo de información es necesario recolectar, y por último, qué método permite cumplir con los objetivos de la evaluación de manera más eficaz. Se trata de emplear los métodos que resulten más adecuados a las necesidades evaluativas.
Además organizar, sistematizar y valorar lo realizado, esta evaluación debería permitir planificar y proyectar las acciones a futuro:
Cap 7 de Rossi, M. y Grinberg, S. (1999). El proyecto educativo institucional: Acuerdos para hacer escuela. Buenos Aires: Magisterio del Río de la Plata.
Las autoras hablan de las diferentes instancias de evaluación en las instituciones escolares. Consideran la misma como un procesos y práctica que ocurre cotidianamente en las en las escuelas y que involucran a todos sus miembros. La práctica educativa ha estado restringida al ámbito del aula, al comportamiento de los alumnos, especialmente relacionada con “acreditación” de sus aprendizajes. Esto ha llevado a que se identifique con cuestiones tales como: el señalamiento del error, la sanción y, en algunos casos, quedó equiparada a situaciones que generan temor, miedo y muchas veces rechazo.
En el desarrollo de la gestión, y en los procesos de planificación y desarrollo de proyectos, la evaluación como proceso de indagación y análisis de la práctica es indispensable. La evaluación forma parte integral del Proyecto, ya sea en su momento inicial o diagnóstico, como en su desarrollo y su finalización. De esta manera se considera la evaluación como un proceso continuo que implica a la institución en su conjunto y que desarrolla a lo largo de la vida institucional.
Ellas consideran que la evaluación institucional permite comprende y conoce una realidad para tomar decisiones tendientes a instrumentar estrategias de acción para el mejoramiento de la calidad educativa. La evaluación, a diferencia de otros procesos de recolección y análisis de información, incluye dos aspectos que es necesario tener en cuenta la valoración y tomas de decisiones, son dos prácticas inherentes a la evaluación. Estos procesos no siempre ocurren de manera explícita y no siempre la toma de decisiones implica generar prácticas para revertir las situaciones no deseadas.
En el marco de la gestión institucional, se transforma en una práctica intrínseca al desarrollo e implementación del PEI. Si el PEI expresa los principios y objetivos institucionales, la valoración de sus prácticas se realizará en función de ellos. Luego, las decisiones deberían tender a elaborar e instrumentar estrategias que permitan acercarse a los objetivos institucionales.
Las autoras citan a Cook y Reichardt (1995), quienes sostienen que la elección de un método de evaluación depende, de la situación que se desee abordar, de este modo más que optar entre métodos, habría que considerar qué se desea evaluar, qué tipo de información es necesario recolectar, y por último, qué método permite cumplir con los objetivos de la evaluación de manera más eficaz. Se trata de emplear los métodos que resulten más adecuados a las necesidades evaluativas.
Además organizar, sistematizar y valorar lo realizado, esta evaluación debería permitir planificar y proyectar las acciones a futuro:
- Definir los objetivos de la evaluación.
- Delimitar la filosofía de la evaluación.
- Seleccionar y elaborar aspectos a evaluar.
- Elaborar los indicadores.
- Construir instrumentos.
- Definir fuentes de información.
- Establecer responsables.
- Distribuir recursos.
- Organizar y distribuir tiempos.
Cap 7 de Rossi, M. y Grinberg, S. (1999). El proyecto educativo institucional: Acuerdos para hacer escuela. Buenos Aires: Magisterio del Río de la Plata.
sábado, 24 de mayo de 2014
Acuerdos para hacer una escuela
Elegí este texto de Rossi y Grinberg porque nos explica cómo se forma o se construye una escuela.
Según estas autoras, entender y hacer del proyecto una planificación cerrada se define de una vez aquello que se debe hacer y cuya elaboración ha sido concentrada en los equipos de conducción.
Este tipo de planificación consistía en general en la definición de grandes metas para el sistema educativo –en su totalidad que se definían a través de la previsión de las demandas que a futuro tendría la sociedad. En la Argentina, este tipo de planificación alcanzó su máximo esplendor en la década del sesenta junto con el surgimiento del desarrollismo como movimiento político. La Comisión Nacional para el Desarrollo (CONADE) fue uno de los agentes responsables del diseño de este tipo de planificaciones.
Este tipo de planificación tuvo su máximo exponente en lo que diversos autores dieron en llamar “la pedagogía por objetivos”. Entre otros aspectos, se pensaba la planificación en dos etapas diferenciadas: por un lado la definición de objetivos y acciones a seguir, y por el otro la etapa de la ejecución.
* La realidad puede ser reducida a un número de variables que es posible controlar y predecir.
* Esas variables permite realizar planificaciones ajustadas y estables en el tiempo.
* Si se realiza un diagnóstico adecuado y se diseñan satisfactoriamente objetivos y acciones, se pueden lograr los resultados que se previeron.
* Distribución de tareas, funciones y responsabilidades garantiza el éxito en la ejecución de los programas.
Los programas que llegaban a las escuelas no dejaban espacio para la adecuación al contexto y los grupos de alumnos. Eran programas “cerrados”. Al docente sólo le “quedaba ejecutarlos tal cual le habían llegado a sus manos”.
En el ámbito educativo se tiende a pensar en la educación como un proceso permanente que se inicia en los primeros años de vida pero que continúa a lo largo de toda 1a vida. El proyecto fruto de la reflexión en y sobre la acción se vuelve una estrategia para el mejoramiento institucional y profesional.
La planificación puede ser pensada como un ámbito de anticipación, de redireccionamiento de las acciones y como un espacio de participación. La noción de proyecto se identifica, desde nuestra perspectiva, con la imagen de un proceso abierto que establece orientaciones para la acción, pero que se construye a partir de dicha acción.
Como explican estas autoras el nombre remite o enfatiza una idea respecto de todos los aspectos que pueden estar involucrados en su elaboración y desarrollo.
Cada uno de los miembros de la institución posee una tarea clara y predefinida. La dirección y “gerenciamiento” de las escuelas se basa en controlar que las acciones cumplan con lo prefijado, y en todo caso reducir la distancia entre lo planificado y lo actuado, evitando así los desvíos y las disfunciones.
La formulación del PEI, no puede reducirse a una cuestión técnica, la educación de hecho no lo es, puede comprenderse el proyecto como un tipo particular de planificación política; planificación que tiene por objeto la institución escolar y que sienta las bases sobre las cuales se vive y se hace la escuela.
El PEI como herramienta es una oportunidad para alcanzar
y proponer en equipo acuerdos que orienten y guíen los procesos y prácticas
que se desarrollan en la institución educativa. Por tal motivo, es
integral y abarca la vida institucional como totalidad.
Según Rossi y Grinberg se refieren al PEI como un proceso, abierto y de construcción permanente que orienta y guía las acciones que allí se desarrollan. El PEI es, contenido y proceso de construcción se vuelven una unidad en sí, que no puede pensarse ni realizarse de modo separado.
Cap 1 de Rossi, M. y Grinberg, S. (1999). El proyecto educativo institucional: Acuerdos para hacer escuela. Buenos Aires: Magisterio del Río de la Plata.
martes, 13 de mayo de 2014
Qué y cómo enseñar con TIC
En el seminario Estrategias de Enseñanza y Aprendizaje con TIC estamos indagando sobre aportes teóricos y debates que se están dando hoy sobre la enseñanza y el aprendizaje en la era digital…
Para eso buscamos a los principales representantes, investigadores, docentes, expositores y “celebridades TIC” que comparten generosamente sus ideas y sus trabajos a través de Twitter, Google+, Facebook, blogs, sitios web y otros entornos que nos permiten mantenernos informados.
Estamos compartiendo nuestros hallazgos a través del hashtag #EATIC en Google+. Los invitamos a sumarse!
Para eso buscamos a los principales representantes, investigadores, docentes, expositores y “celebridades TIC” que comparten generosamente sus ideas y sus trabajos a través de Twitter, Google+, Facebook, blogs, sitios web y otros entornos que nos permiten mantenernos informados.
Estamos compartiendo nuestros hallazgos a través del hashtag #EATIC en Google+. Los invitamos a sumarse!
Ubicación:
Gualeguaychú, Entre Ríos, Argentina
viernes, 2 de mayo de 2014
La importancia de tomar decisiones.
En el postítulo que estamos haciendo, estamos estudiando la
importancia y los beneficios que nos brinda la incorporación de las TIC en la
educación y la manera correcta de utilizarlas. Entre los tantos autores que
hemos leído para lograr entender esto, me pareció super interesante este texto,
“La toma de decisiones en las organizaciones educativas: eficacia o
dominación” de San Fabián Maroto, este texto sostiene que el proceso de tomar
decisiones es el referente básico para entender cualquier organización, además
de ser el elemento central en el conjunto de elementos de esta y la
participación activa que de ellos se derivan para las practica.
El análisis que nos brinda este texto plantea cuestiones
fundamentales como: ¿Dónde se toman las decisiones más importantes a la hora de
organizar un centro?, ¿Cuál es el proceso que sigue la toma de decisiones? O
¿al servicio de qué objetivos y valores se pone la toma de decisiones?
San Fabián Maroto sostiene que la toma de decisiones tiene
una nueva perspectiva ética a través de dos procesos:
1-
proceso jerárquico de elección racional.
Es el enfoque dominante en la teoría de la
organización. En donde la toma de decisiones es una dimensión que atraviesa
todas las funciones y niveles organizacionales: el liderazgo, las relaciones,
los planes, las estructura…
Este proceso además nos habla de:
ü
Las etapas lógicas del proceso de decisiones.
ü
Las teorías que sugieren que el nivel de
participación debe regularse a las diferentes variables determinadas por la
situación.
ü
Beneficio de implementar estrategias para aumentar la participación en
las decisiones.
Este modelo cuestiona la conexión entre estructura, los
procesos y los fines de la organización tal como postulan las teorías
racionalistas.
En este proceso, en
la toma de decisiones las
personas pugnan por imponer su forma de entender la realidad y asegurase un
dominio de los recursos organizativos: no hay un único modo de racionalidad.
En este proceso el autor nos habla también:
ü La toma de decisiones en las organizaciones
ambiguas y desarticuladas. Características de sus grupos.
ü Modelo participativo. Los beneficios y los
defectos de la participación en la toma de decisiones.
Además nos plantea que “La participación no es la solución a
todos los problemas que plantea la toma de decisiones. (…) por sí sola no
iguala diferencia ni resuelve la tarea de decidir. La participación es sólo una
condición, el requisito para que la toma de decisiones se mueva dentro de unos
márgenes éticos: garantiza el derecho a intervenir en las decisiones que nos
afectan y nos hacen más conscientes de nuestras acciones.”
A modo de conclusión, puedo decir que tomar decisiones es un
proceso por el cual se escoge el curso de una acción, detectando lo incorrecto
para poder fijar un objetivo.
En el caso de la
educación puedo decir que el proceso de tomar decisiones deben ser planteadas y
tomadas en un trabajo colectivo que abarque a todos los miembros de la
comunidad educativa y siempre teniendo en cuenta la diversidad y la necesidad
de nuestra sociedad. Este proceso necesita tiempo y planificación en el cual se
conozca, se comprenda, y se analiza el problema para así poder darle una
solución, de esta manera se garantiza una toma de decisión acertada que nos
permite pasar del deseo de solucionar un problema a soluciones concretas,
objetivas y adecuadas.
“No hay peor decisión que la que no se toma”.
jueves, 1 de mayo de 2014
¿Comunicación vs institución o comunicación institucional?
En
el Postítulo de Educación y Tic se realizaron diferentes lecturas sobre los
proyectos educativos, cómo realizarlos y la importancia que tienen los actores
institucionales en el momento de llevarlo a cabo.
Una de las cuestiones fundamentales tiene que ver con la
comunicación entre los mismos para poder lograr los objetivos propuestos y
tomar decisiones favorables para la comunidad educativa. En este contexto los invito
a reflexionar en esta reseña sobre las formas de comunicarnos y cómo influyen en
las relaciones humanas.
Las
instituciones educativas deben su funcionamiento, en gran medida, a la
capacidad comunicativa de sus actores. Por esta razón es que se llevan a cabo
diariamente diferentes planes de acción y tomas de decisiones. Esto se puede
realizar a largo plazo o a corto plazo. Es notable la necesidad de atender lo
inmediato y postergar diferentes proyectos que implican la participación de la
comunidad educativa.
Para alcanzar una mejora sustancial en el
manejo de la información es necesario (Borrell,1996):
• Presentar la información en forma
concreta y clara.
• Dar a conocer la información que afecta
a los diferentes sectores.
• Seleccionar un sistema ágil y eficaz
para transmitir la información.
• Asegurarse de que todos los sectores
implicados reciban la información al mismo tiempo.
El
directivo de la institución es quien debe mediar para que los objetivos se
lleven a cabo a partir de la comunicación fluida y eficaz. Para ello Liliana
Jabif expone que es fundamental elegir que las vías para comunicarse sean las
correspondientes para cada situación. Es decir, si se quiere plantar, por un
lado, una situación en la que se requiera una respuesta inmediata y un
compromiso por parte del receptor, se debería utilizar una comunicación oral
para que la retroalimentación sea enriquecedora para ambas partes. Por otro
lado, si se quiere solicitar a un padre de un alumno que asista a la
institución se debería utilizar una comunicación escrita ya que el receptor
debe recordar datos tales como día de la reunión, fecha, asunto, etc.
La
selección de los códigos con los que se va a comunicar es fundamental ya que si
el mensaje no logra comprenderse no existiría una comunicación en sí misma sino
sólo un acto comunicativo por parte de un emisor pero sin respuesta por parte
del receptor.
En
este sentido se debe analizar quienes forman parte de la comunidad educativa y
luego, según a quien de ellos se dirija el mensaje, adaptarlos según la
condición social en que el actor se encuentre.
Es
decir, si el equipo pedagógico notifica a padres y docentes, con la misma nota por
escrito, que un alumno sufrirá adaptaciones en su currícula, el mensaje no será
interpretado de la misma manera por un docente que conoce la situación que por
un padre que no llega a comprender lo que significa la palabra currícula porque
su sociolecto es no escolarizado.
Según
Liliana Jabif, se puede decir que para que exista comunicación, el emisor debe
comprobar que su mensaje llegó al receptor y que además este lo haya logrado
decodificar. Para lograrlo debe formular frases claras sin ambigüedades y tener
un conocimiento previo acerca del modo de vida, edades, necesidades, intereses
de los actores institucionales y así determinar cuál es la mejor manera de
relacionarse con ellos.
Es
interesante diferenciar si los mensajes son de carácter importante o si son una
acción secundaria. Esta organización permite a los receptores generar las
respuestas esperadas por el emisor.
En
el caso de que se convoque a una reunión se debe especificar si es de carácter
obligatorio o no, ya que la respuesta no resultará igual en el caso de convocar
a los docentes para tratar un tema de conducta sobre un caso particular de un
alumno que para organizar la fiesta de despedida a los nuevos jubilados de la
institución. La primera se puede convocar de manera escrita y esta última en
forma oral.
Cabe
aclarar que, si bien ambas formas poseen ventajas y desventajas, la
comunicación oral es más susceptible a padecer interferencias en la
interpretación. Quien comunica un mensaje que le dijeron ya lo decodificó con
antelación. Si este no comprendió a lo que se refería el mismo se puede
producir una comunicación deficiente y por lo tanto generar malos entendidos y
rumores. Esto último, al igual que las suposiciones, debe evitarse porque, como
aclara Jabif, puede resultar en mala predisposición en los actores
institucionales sin antes hablar con ellos para que puedan explicar cuál es el
problema real.
Finalmente,
a modo de conclusión, se puede decir que para que exista comunicación se deben
escuchar las opiniones de toda la comunidad educativa para finalmente, tomar las
decisiones correctas o más adecuadas para la institución que tenemos. La
realización del trabajo conjunto es lo que ayudará a la concreción de los
objetivos propuestos y, al tener objetivos claros, todos los actores apuntarán
al mismo logro y no quedarán mensajes dichos o escritos por doquier sin
receptores que les otorguen valor sino que existirá una comunicación
institucional de la que cada uno haya participado y por lo tanto se haya
sentido partícipe de cada decisión. Queda la invitación a continuar comunicándonos
desde el lugar que estemos pero de acuerdo a los objetivos que nos movilizan día
a día y a las diferentes situaciones que rodean a cada institución.
Módulos
de formación en competencias para la gestión escolar en contextos de pobreza, Liliana Jabif. Capítulo:
“Comunicación”. UNESCO Buenos
Aires
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