lunes, 14 de abril de 2014

¿Es necesario replantearnos las políticas Educativas?

Los invito a que reflexionemos sobre los cambios que se fueron dando en la educación para entender el desempeño actual. ¿Es necesario replantearnos las políticas Educativas?
Esta autora plantea el  análisis de políticas educativas enfocando un análisis de los rasgos que adquirió el planeamiento en la reforma del sistema educativo argentino a partir de la sanción de la Ley Federal de Educación. En la década de los 90 se tomaron medidas estructuradas en base a tres leyes sancionadas: la Ley de transferencia de los servicios de la Nación a las provincias, la Ley Federal de Educación y la Ley de Educación Superior.

Una de las características de la reforma de los 90 es que han producido cambios en los planteles de la administración pública en cada una de las provincias en especial para las funciones de planeamiento por esta razón se analiza los modos de entender el planeamiento educativo.

Estos cuatro modos son:
a-   Identificación entre planeamiento y cambio.
b-   Visión aplicacionista de los cambios.
c-   Concepción del planeamiento como función centralizada y homogeneizadora.
d-   División del trabajo entre planificación y ejecución, reproducida en la división de funciones que se instaló entre la nación y las provincias.
  • El planeamiento se entendió como una función orientada al cambio, en deterioro de la planificación de la consolidación de los sistemas escolares; en el cual hubo ausencia de planificación de políticas que aseguraran la continuidad de las funciones y la consolidación de los cambios lo cual debe pensarse dentro del planeamiento también y no solo desde la gestión.
  • El planeamiento estuvo sostenido por una visión aplicacionista y progresiva de los cambios, según la cual los cambios tienen un impacto previsible en las instituciones y actores; justamente se trata de procesos transformadores, en los que los cambios no son metas a alcanzar a posteriori de la ejecución de acciones, sino que son parte de la dinámica de las acciones.
  • El planeamiento se refirió a políticas centrales con intención de homogeneización y de ordenamiento, en desmedro del carácter federal que se pretendía adquiriera el sistema educativo; tenemos un sistema totalmente diversificado producto de no haber podido establecer algunos ordenamientos comunes en un sistema que se ha ido conformando por etapas, con regulaciones diferentes en cada una de ellas, y al que la implementación de la Ley Federal de Educación le imprimió un impulso desconfigurador.

Se consolidó una división del trabajo entre la Nación y las provincias, entre planificación y ejecución, y entre aspectos técnicos y políticos de las reformas; en el marco de los procesos de transferencia de servicios educativos, la Nación se desprendió de las funciones ejecutivas con respecto a las escuelas, no realizó una delegación de la función de planificación para los servicios que transfería. A través del financiamiento, ejerció un firme control del Consejo Federal de Educación y de las administraciones provinciales que más requerían el auxilio financiero nacional, preservando para sí las funciones de planeamiento y evaluación y enfrentando a las provincias con los problemas de la gestión cotidiana de los sistemas escolares llevando así a una tensión entre planificación y desarrollo de políticas concretas. Las políticas provinciales se han orientado a la contrastación con la política nacional.

En el año 2006 cuando se aprobó la nueva ley de educación nacional en adelante se ha puesto esencial atención a la evaluación de la situación actual y lo ocurrido, así y todo, expresa la autora, preocupa la falta de planeamiento que están por detrás de las iniciativas.

En mi opinión a más de veinte años de la reforma educativa la educación no ha logrado cambiar esa visión estructuralista planeando estrategias centralizadas plasmándolas como descentralizadoras, se ha acentuado  la desigualdad por no realizar un planeamiento y gestión acorde con las propuestas establecidas tal es así que en vez de mejorar la situación luego de los noventa empeoró faltando políticas públicas a largo plazo acentuando las brechas de desigualdad y agravando la calidad educativa.

Como se expresa en las concepciones planteadas en las cuales se proponía más años de escolaridad pero descuidando la continuidad de los chicos en el sistema educativo dando lugar al fracaso escolar aquí faltó una política educativa a largo plazo que asegurará el éxito escolar. Trabajando en bloques, delegando responsabilidades como es el caso de la gestión y el planeamiento, en vez de trabajar de forma cooperativa aunando criterios y fortaleciendo las propuestas educativas, dándoles una viabilidad que sea concretada de manera global en todas las provincias poniendo la principal atención en cada una de las realidades.


Creo que el cambio comienza en nosotros en la revisión de nuestras prácticas y en la actualización y capacitación cotidiana.

2 comentarios:

  1. Hola Cecilia!
    Al igual que vos y Flavia Terigi, creo que no hemos logrado cambiar la visión estructuralista del planeamiento en educación... seguimos esperando que "nos bajen" lineamientos para trabajar en las escuelas... y cuando "mandan" a alguien para trabajar con nosotros esperamos un genio, un especialista y autor de best-sellers de pedagogía... como si no entendiéramos que somos nosotros, los pares, los que habitamos las escuelas cada día, los que ejecutamos lo que planificamos... somos nosotros los que debemos tomar las riendas de la planificación.
    Por eso estoy de acuerdo con tu frase final, cuando decís "que el cambio comienza en nosotros". Ahí está la clave...
    Gracias por tu aporte!

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  2. Me interesó mucho este aporte de Cecilia...que nos hagamos conscientes de este cambio y lo llevemos a la práctica.

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